domingo, 29 de diciembre de 2013

Entrenar en ayunas

Llegaron los días calurosos entonces decidimos salir a entrenar a la mañana, bien tempranito y la primera pregunta que surge es: ¿Desayunamos o entrenamos en ayunas?
Comienzo a buscar en internet qué es lo más conveniente y me encuentro con un informe que dice lo siguiente:


"El único fin de un entrenamiento en ayunas es potenciar y entrenar al organismo a que utilice los ácidos grasos como combustible a la mínima ocasión que tenga; tanto en predisposición de uso como en efectividad del mismo. Esto se traduce en un ahorro del glucógeno muscular y un mejor funcionamiento del músculo en el caso de que se agote el glucógeno y utilice los ácidos grasos.
Además de hacerlo en ayunas, lo más importante de todo es no sobrepasar una determinada intensidad. El motivo es muy simple:
 -Disponemos de dos almacenes de glucógeno como son el hígado y el músculo.
 -El glucógeno almacenado en el hígado es utilizado para mantener estables unos valores de azúcar en sangre (glucemia) y alimentar ciertos elementos orgánicos como son las neuronas, riñones y médula espinal, entre otros.
 -El glucógeno muscular sólo es utilizado por las fibras musculares al sobrepasar ciertos límites de intensidad. Por lo tanto, si no sobrepasas cierta intensidad, llegará un momento que agotes el glucógeno hepático (de mucha menor capacidad que los musculares) y serán los triglicéridos los encargados de abastecer al organismo en muchos frentes. El glucógeno hepático se encuentra bajo mínimos cuando te levantas ya que ha sido el encargado de alimentar funciones vitales durante el descanso nocturno. El desayuno es el encargado de recargarlo. Por lo tanto si sales a entrenar en ayunas y tenemos en cuenta que los primeros minutos de ejercicio se utiliza glucosa, estamos forzando a un aumento del consumo de los triglicéridos ya no sólo como combustible muscular, sino para extraer glucosa de ellos.
Los triglicéridos se fraccionan en dos: glicerol y ácidos grasos libres.
Los ácidos grasos libres serán los que utilizará el músculo como combustible y el glicerol será reconvertido en glucosa para seguir abasteciendo aquellos órganos que hemos visto. Por lo tanto, si sales a entrenar en ayunas, has de tener presente los siguientes detalles:
-Hace falta tener un mínimo de preparación de base. La falta de adaptación cardiovascular por falta de un entrenamiento correcto o encontrarse ene las primeras semanas de entrenamiento, hace que las pulsaciones suban demasiado al mínimo esfuerzo y se sobrepase el umbral aeróbico con mucha facilidad. El umbral aeróbico marca la frontera a partir de donde comenzamos a consumir glucosa, además de grasas. La consecuencia de todo ello es que aumentará la demanda de glucosa y puedes sufrir una hipoglucemia. 
-Aunque hayas adquirido una resistencia aeróbica de base, no deberás sobrepasar, en lo posible, el umbral aeróbico; porque nos encontraremos en la misma situación que en el caso anterior. Correrás el riesgo de sufrir un bajón importante. El nivel de entrenamiento del ciclista que practique el entrenamiento en ayunas, será un factor importante para la efectividad o fracaso del mismo.
 Antes de salir a entrenar, sólo podrás tomar un café sólo o un té, siempre que no eches azúcar. -En el bidón sólo agua. Las bebidas isotónicas contienen azúcares.
 -Recomendable llevar algo de comida por si pudieses sufrir un bajón.


 ¿Cómo se realiza en entrenamiento en ayunas? 

 El entrenamiento en ayunas se realizará en el periodo de acondicionamiento general a partir de la cuarta semana en adelante.
 -No sobrepasar el umbral aeróbico. Si no sabes dónde se encuentra, se aconseja trabajar entre el 60%-65% de la f.c.máx, aunque posiblemente se encuentre próximo al 70% de la f.c.máx.
 -A partir de las 2h de entrenamiento en adelante, es cuando gana en efectividad.
 -La frecuencia recomendada es de 2 días a la semana durante 4 ó 6 semanas. "

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